La era de las plantillas
Siempre tuve claro que para hacer mierda no montaba mi negocio, así que cuando comencé en el mundo del desarrollo web me marqué un perfil de clientes con el que trabajaría y un perfil de clientes con el que no. En concreto, yo me centré en empresas de cierto tamaño y proyectos que no fueran de bajo presupuesto.
Obviamente, mierda hemos hecho todos. Todos tenemos proyectos que han salido peor que otros, por diversas circunstancias. Pero una cosa es que te salga un truño sin querer, y otra ir directamente al estercolero a por bolsas de mierda.
El problema hoy, es que la mierda huele bien.
Me explico. Cuando comencé con mi empresa cometí el error de dar a mis clientes la opción de escoger proyectos basados en plantillas o diseño exclusivo. Yo ganaba lo mismo con cualquier opción y el cliente ahorraba dinero. Pero pasaban varias cosas:
- Esto jamás me diferenciaría de la competencia.
- Estaría ofreciendo un acabado final mediocre, aunque hubiera un buen desarrollo detrás.
- Las plantillas de la época no eran tan buenas como las de ahora.
Eso si. Siempre se hacía este ofrecimiento. NUNCA se hizo un proyecto engañando al cliente diciéndole que le ofrecíamos una pizza artesanal para ponerse una mierda del Mercadona. Que si bien puede estar correcta y te hace salir del paso, no es un producto de calidad y no es por lo que estás pagando.
Además, el proyecto estaba respaldado por profesionales del sector. La única puntualización era “de dónde venía el diseño”.
Al poco tiempo estábamos haciendo todo diseñado a medida, con contadas excepciones. Tan solo ofrecía plantillas para algunos proyectos de eCommerce, con la finalidad de que no se disparara el presupuesto al cliente. Además, repito, el cliente es siempre el que escogía una u otra opción.
Con el tiempo, el sector y la economía fueron cambiando, y las plantillas iban mejorando. Así que el sector se hacía menos atractivo y decidí ir saliéndome del servicio.
No tengo nada contra las plantillas. Una buena plantilla puede ser una buena solución de bajo coste que puede dar un aspecto realmente profesional. De más calidad en ocasiones que algunos diseños a medida.
¿Dónde está el problema entonces?
Fácil. El problema está en el engaño. Hoy en día, cualquier capullo con un ordenador es capaz de comprar una plantilla en Themeforest, jincársela a un WordPress y tener ya media web hecha.
El problema es que esta persona/equipo/empresa está limitado a sus conocimientos ( o a la falta de ellos ). Conocimientos de un “pofesioná plantillero”:
- Entrar a ThemeForest.
- Pagar y descargar theme.
- Instalar WordPress.
- Instalar plantilla.
- Copiar y pegar contenido.
Pero….
¿Qué pasa cuando el cliente quiere una página a medida?
¿Qué pasa cuando la plantilla condiciona tu proyecto?
¿Qué pasa cuando la empresa de desarrollo no ha analizado las necesidades de la empresa sino que se ha limitado a “plantillear”?
¿Qué pasa cuando surge alguna incidencia?
¿Qué pasa cuando es necesario hacer algún nuevo desarrollo sobre esa web?
¿Sabes qué pasa? ¡Que estás jodido amigo!
Tu no tienes ni puta idea de plantillas, ni de WordPress ni de Pollapress®. Has encontrado un proveedor barato que te ha solucionado la papeleta, pero el que paga barato paga dos veces.
El problema no es el hecho de haber basado tu proyecto en plantillas. Esta puede incluso haber sido una buena decisión. El problema está en que la empresa que has contratado se ha construido sin tener ni puta idea de lo que hacen. No tienen desarrolladores, no tienen ni puta idea de maquetación, no tienen ni puta idea de gestión de proyectos online y suelen carecer de todo tipo de conocimientos. Así que te verás totalmente limitado y con un proyecto que ha nacido cojo de base.
Cuando vas al mecánico, tu no tienes que saber de coches, pero si que sabes si el tío es un chapucero de mierda o si es un buen mecánico. Con tu web pasa lo mismo. O eliges un buen profesional o estarás todo el puto día en el taller. Tu sabrás lo que haces
Y por supuesto, de 1and1 no he hablado… espero que el motivo sea obvio o no se que coño haces en este blog.
Diagnóstico: Webitis baratis